Ante la fuerte ola de calor que este fin de semana ibamos a sufrir, algunos nos fuimos el sábado a paliar sus efectos. Estuvimos en Pozo Alcón para realizar el Barranco de la Bolera con sus aguas frescas y cristalinas. Pudimos disfrutar de un barranco que no es muy técnico, pero de una gran belleza. 
El domingo algunos se fueron a investigar algún barranco cercano, con la idea de echar el día y a parte conocer nuevos lugares. A sabiendas que el barranco en cuestión no tenía agua, decidieron ir a visitarlo para cuando lleguen las lluvias poder ir a hacerlo.
A pesar de no llevar agua, la espectacularidad del barranco les impresionó, y disfrutaron muchisimo. Es de mucho rapelar, pero con agua son muchos los saltos que tienen, en total 10 rapeles de entre 5 y 21 metros. Está muy encajonado, y a pesar de no llevar agua hacía fresco, nos imaginamos que con agua, aún en verano hará falta el neopreno completo. Es un barranco que con agua hay que tener mucho cuidado, ya que en seco muchas de las piedras se escurrian, con agua no me lo quiero imaginar. Había marmitas vacías que había que trepar por su profundidad. Por las reseñas de otra gente, parece que hay quien se preocupa en su limpieza, y si tuviera aguas permanentes sería un barranco del diez. Lo peor el regreso al coche, ya que es una hora de camino por una cuesta, que si encima la haces a las tres de la tarde en agosto, es un verdadero calvario. 
