13.10.15

Travesía de Resistencia Subbética Cordobesa

Con puntualidad británica, dio comienzo la XVIII Travesía de Resistencia Subbética Cordobesa.
Tras las acreditaciones y la recogida de dorsales en la ciudad deportiva de Cabra, los participantes que llegábamos de lugares cercanos como los que hicieron noche en las instalaciones deportivas, nos preparamos para el inminente comienzo de la prueba valedera para la copa andaluza de travesías de resistencia, que organiza la Federación Andaluza de Montañismo.
A las 04,30h en punto y tras unas Palabras de los responsables de la organización de la travesía, el Grupo de Montaña Tiñosa, dio comienzo la prueba. El trazado de este año tenía el atractivo de la bajada del puerto de “El Cerezo” por el Vichira. Exigente sí, pero de una belleza espectacular. Para mí que soy un neófito en esto de las travesías de resistencia tengo que reconocer que desde que amaneció, la prueba fue un continuo transcurrir de sensaciones a la cual más enriquecedora. Pude comprobar desde los primeros metros de la prueba que la camaradería y el compañerismo entre  participantes iba a ser la nota general de la travesía. Participantes de toda la geografía andaluza miembros de los diferentes clubs y grupos de montaña se dieron cita para participar en una de las pruebas más exigentes del calendario rutero andaluz. Ni que decir tiene, que la organización de la prueba trata todos los años de dar una vuelta de tuerca a los trazados que se realizan para dar un repaso y otra perspectiva a la hora de conocer un poco mejor esa joya de la corona que es el parque natural de las sierras subbéticas. Es un auténtico festival para los sentidos adentrarse en la subbética y conocer sus paisajes.



La organización de la prueba en el aspecto logístico siempre estuvo a la altura. No es la primera vez que se organiza esto. Tanto los puntos de reagrupamiento como el avituallamineto siempre fueron ágiles y eficientes, manteniendo el ritmo de la prueba para cumplir con los horarios establecidos. Entiendo que una prueba de este tipo tiene que regirse por una puntualidad exquisita si no fuese así sería caótico. Desayuno y Almuerzo se desarrollaron en la localidad de Carcabuey y las viandas fueron generosas, falta nos hacían, por lo menos a mí.

En el aspecto deportivo hay que resaltar que la subida al Puerto de El Cerezo fue exigente, ya nos lo advirtió el “rutero” Ángel, pero más exigente fue el ya mencionado descenso por el Vichira. Tras la pausa para el almuerzo la prueba continuó de nuevo para dirigirnos a la localidad de Cabra. Nos esperaba la subida al Navazuelo, menos exigente que El Cerezo pero con los kilómetros en el cuerpo y las ganas de llegar también se hizo dura.

En definitiva y para finalizar esta breve reseña, solo decir que la experiencia ha sido muy positiva. Excelente travesía, mejor organización y sobre todo un ambiente que invita a repetir cuanto antes.

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