No eran ni las 2,30 de la mañana, del sábado 22 de febrero
cuando, algún loco se le ocurrió de poner el despertador del móvil, y despertó,
a todos los que intentaban descansar un poco, antes de empezar una dura
marcha.
Entre quejas bostezos y lagañas nos íbamos preparando, nos dieron
un caldito caliente para que no notáramos demasiado el frío, pero la salida se
retraso casi media hora lo cual hizo que muchos notaran más el frío, aunque
nada más empezar nos lo quitaron con una prolongada subidita de 3 horas.
Calentitos ya, al final de la susodicha subida nos dieron un
avituallamiento de agua, frutos secos y barritas, y nos pusimos en marcha de
nuevo, el frío se dejaba notar cada vez mas. En dos horas subimos uno de los
puntos mas altos de la travesía, Fuente Fría-Cortijo Echevarría, donde tomamos
un reconfortante desayuno. Ya con el estómago lleno y apuntando el día nos
dirigimos hacia el río Dúrcal, para seguir hacia el punto más alto de la travesía,
el collado Umbría de la Dehesa
con sus 1983mts. Con el sol arriba nos empezamos a calentar mientras nos dirigíamos
hacia el río Dílar.
El equipo seguía compacto, se acercaba la hora del almuerzo,
y nos dirigíamos hacia una bajada durísima, la Boca de la Pesca, bocatas, fruta y a seguir con el camino, ¡que
todavía nos quedaban varias horas!
Nos dirigimos hacia la meta, donde llegamos sobre las 18,30h,
todos los componentes del equipo juntos y con la moral muy alta después del
esfuerzo. Nos pusieron unas cervecitas y algo para picar.
Descansamos un poco, y para casa, con el deber cumplido.
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